Parece fácil, pero a la hora de ponerse manos a la obra, comprobarás que no todo el mundo consigue dominar este arte. Tienes que armarte de mucha paciencia, pero eso sí, la recompensa de poder disfrutar junto a los tuyos de un buen jamón loncheado por ti, muchas veces es el mejor premio.
Hoy, te damos unas cuantas indicaciones para poder afrontar el loncheado de un jamón sin miedos. ¡Comenzamos!
Para empezar, necesitarás un jamonero que te permita ubicar el jamón en una posición correcta para facilitar su corte. Los tienes de muchas variedades, escoge el que más se ajuste a tus gustos. También debes tener a mano una puntilla, esto es, un cuchillo de hoja media terminado en punta y muy afilado, que te permitirá limpiar la grasa con la que esta recubierta la pata de jamón.
Deberás colocar el jamón con la pezuña hacia arriba o hacia abajo. Esto dependerá básicamente, de cuánto tiempo vas a tardar en consumirlo, ya que según la posición de la pezuña lo estarás comenzado por una parte u otra con características diferentes. Nosotros, para este ejemplo, vamos a elegir comenzarlo por la contra o babilla. (con la pezuña mirando hacia abajo).
Una vez limpiada la grasa de la zona, y con el cuchillo lo más horizontal posible, empezaremos a lonchear. (Indicamos que el cuchillo debe estar lo más horizontal posible, porque así evitaras que la pata de jamón vaya adquiriendo esa forma cóncava conocida como sonrisa o barca, que da lugar a zonas que se secarán antes de tiempo, al quedar expuestas de forma irregular). También debes poner especial atención en realizar cortes cortos y lentos, que te permitan extraer lonchas finas, más o menos, del grosor de una hoja de papel.
Recuerda, en todo momento, que tu mano debe estar siempre a una altura distinta de la que está el cuchillo, y a ser posible por detrás del mismo, para evitar posibles cortes.
Poco a poco, iras obteniendo un buen número de lonchas…esto dependerá de la velocidad que adquieras cortando y probándolas al mismo tiempo, que ya se sabe, ¡las lonchas de jamón son irresistibles!, así que el siguiente paso será emplatar. Puedes hacerlo al gusto, pero nosotros te sugerimos comenzar a colocar las lonchas de forma circular desde el exterior del plato e ir agrupándolas hasta el centro del mismo.
Esperamos que nuestras indicaciones te ayuden a perder el miedo a empezar a lonchear tu jamón ibérico. Y sobre todo esperamos que disfrutes de su magnífico sabor, ya sea solo o acompañado.
¡Nos vemos en el próximo post!