¿Qué hay de verdad en esta afirmación? ¿Es realmente un mito o una realidad? Hoy, te lo contamos.

El origen de esta creencia está en que, antiguamente, a los cerdos machos no se les castraba hasta que acababan el año de edad. Esto daba lugar a que el sabor de su carne adquiriese un sabor mucho más fuerte debido a las hormonas sexuales que segregaba el animal al estar cerca de las hembras en celo, y, por tanto, se podía diferenciar claramente el jamón ibérico procedente del macho y el de la hembra.  Pero, estamos hablando, de una manera de proceder del pasado. 

Hoy en día, esa diferencia ya no existe, básicamente porque la mayoría de los animales, independientemente de su sexo, se castran a los dos meses de edad. Eso sí, si somos observadores, podremos seguir diferenciando la procedencia de la pieza por la fisionomía propia del sexo, pero ya no por el sabor. (las hembras tendrán siempre una forma más redondeada).

Hemos hecho hincapié en la mayoría de los animales, porque obviamente, a algunos cerdos se les conservará sus funciones reproductoras, para perpetuar la especie. Pero su función, será únicamente esa, la reproductora. 

Dicho esto, ya lo sabes, cuando te ofertan un Jamón ibérico de calidad suprema, por proceder de hembra, están usando contigo una técnica de marketing, manida y basada en una mentira. 

Esperamos que disfrutes por igual tu jamón ibérico, tanto si procede de un cerdo hembra como de un cerdo macho. 

¡Nos vemos en próximo post!